Las elecciones más inciertas y polarizadas en las últimas décadas en Argentina se han resuelto con la victoria inesperada del peronista Sergio Massa, que se ha impuesto con el 36,6% de los votos frente al 30% del favorito en las encuestas, Javier Milei.
El actual ministro de economía se enfrentará contra Milei en una segunda vuelta de las elecciones a celebrar el próximo domingo 19 de noviembre. Ambos concurren con dos programas completamente antagónicos obligando a la sociedad argentina a decantarse entre la continuidad del peronismo y el rupturismo ultraliberal que propone Milei.
Los primeros análisis apuntan a que el peronismo puso a trabajar a todo su aparato para movilizar a los votantes y ese objetivo, al menos en esta primera vuelta se logró. Consiguió además que calará en parte del electorado la campaña del miedo contra el candidato ultraderechista y populista de La Libertad Avanza.
Sergio Massa ha conseguido imponerse por seis puntos a Mieli y lo ha logrado siendo ministro de economía del actual gobierno con un país hundido económicamente y con una inflación del 140% que ha llevado a una situación de pobreza al 4 de cada 10 ciudadanos.
Así, ganó el oficialismo y ha quedado fuera de la carrera por la Casa Rosada, Patricia Bulrich la candidata del centro derecha, que acabó devorada por la polarización absoluta entre la izquierda y la derecha más radical.
En su discurso, Milei ha aprovechado para tender la mano a los votantes del macrismo que han obtenido el tercer lugar en esta primera vuelta. Por su parte, Massa no mencionó ni a Cristina Kirchner ni al actual presidente Alberto Fernández, de cuyo gobierno forma parte.
Sin embargo, el ministro Massa hacía un llamamiento a la unidad para hacerse con la victoria en menos de un mes. "Con compromiso, con fervor por nuestra patria, abrazando a quien piensa distinto, vamos a construir una nueva mayoría. Mostremos que somos más los argentinos que amamos nuestra patria. ¡Viva la patria! ¡Viva Argentina!", decía ante sus seguidores.