El mandatario estadounidense invitó a Duterte a visitar la Casa Blanca durante una conversación telefónica que mantuvieron este domingo para hablar de la crisis relacionada con Corea del Norte.
"Tengo esperanzas de que el presidente Trump transmita nuestra profunda alarma por el aparente incumplimiento de la obligación que impone la ley de investigar a cualquiera que es acusado de violación (de los derechos humanos)", declaró Zeid.
De manera más general, Zeid denunció el "gran número de muertes" en Filipinas en los últimos meses y la falta de garantías judiciales y procesales que ha caracterizado la violenta operación contra el narcotráfico liderada por Duterte.
En total, más de 7.000 personas han fallecido en enfrentamientos con la policía o patrullas vecinales durante la actual campaña antidroga, que comenzó a finales del pasado junio.
Zeid recordó que el presidente filipino ha admitido públicamente haber cometido homicidios cuando era alcalde de la ciudad de Davao, lo que su organismo ha pedido que se investiguen en repetidas ocasiones.
Por otro lado, y como reacción a la polémica suscitada a finales de 2016 cuando Duterte se refirió al alto comisionado como "idiota", tras su petición de abrir una investigación por esos asesinatos, Zeid aclaró que "su rol es verificar de forma independiente los informes" que las entidades de derechos humanos que trabajan en el terreno le proporcionan.
"Al final, nosotros sostenemos un espejo a través del cual los gobiernos y los actores no estatales se reflejan, si no les gusta lo que ven reflejado, cambiarlo recae únicamente en ellos, atacar al espejo no es una estrategia exitosa", concluyó Zeid.