Los ministros de Interior tratarán de aprobar el reparto de 120.000 refugiados
Los ministros europeos de Interior mantendrán este martes una reunión extraordinaria en la que intentarán aprobar por consenso el reparto de 120.000 refugiados propuesto por la Comisión Europea (CE), así como las cuotas que debería asumir cada país para llegar a ese total.
La principal diferencia con la medida presentada por Bruselas es que ésta iba dirigida a aliviar la situación de fuerte presión migratoria que viven Hungría, Grecia e Italia, pero Budapest se niega a ser beneficiaria del sistema. Por este motivo las 54.000 personas de esas 120.000 que debían trasladarse desde Hungría hasta otros Estados miembros se quedan de momento en un limbo que los países tendrán que ver cómo resolver.
La posibilidad que cobró fuerza en una reunión de los Veintiocho a nivel de embajadores anoche es la de establecer un mecanismo para que cualquier Estado miembro que se vea desbordado por la llegada de refugiados pueda beneficiarse de las 54.000 plazas de demandantes a reubicar que quedarían de reserva y pedir apoyo a los demás socios para que saquen a personas de su territorio, informaron fuentes comunitarias. El riesgo de crear una reserva sin concretar qué países podrían usarla es que finalmente se pierdan esas 54.000 plazas para demandantes de asilo, por lo que la medida de la CE no beneficiaría a 120.000 personas sino solamente a 66.000.
También se espera que los países concreten la cantidad de refugiados de los 120.000 que están dispuestos a aceptar. Fuentes comunitarias aseguraron que los compromisos de los Veintiocho sí permitirían llegar a ese total de 120.000 refugiados y serían similares a los que propuso el Ejecutivo comunitario. A España, por ejemplo, le correspondían 14.931 personas del total, según el reparto planteado por Bruselas, una cifra que el Gobierno del presidente Mariano Rajoy ya ha dicho que puede aceptar.
Otro de los cambios a la propuesta de la CE que negocian los países tiene que ver con la posibilidad de no participar en el reparto a cambio de una contribución al presupuesto comunitario. También anoche, el Consejo de la UE avanzó hacia un planteamiento según el cual no se penalizaría a los países con dinero, si no que se les permitiría retrasar el 30 % de su cuota un año más, según las mismas fuentes.
Este punto llegará previsiblemente abierto al Consejo de ministros de Interior, pese a que los embajadores volverán a reunirse para seguir acercando las posiciones de las delegaciones antes de ese encuentro. La incógnita sigue siendo la posición que adoptarán los países más contrarios al sistema de cuotas, como son Hungría, República Checa, Eslovaquia y Rumanía.
La posición de Hungría es particularmente compleja porque de salir adelante la medida habría pasado de negarse a ser beneficiaria de un sistema en el que no cree a aceptar ser uno de los países receptores de más refugiados.