Un total de ciento veinticinco empleados de la Iglesia católica alemana, entre los que se incluyen sacerdotes, profesores y administradores, se han declarado públicamente homosexuales en un gesto reivindicativo que pretende acabar con la discriminación ejercida por la institución contra las personas LGBTIQ+.
Así lo han exigido en el contexto de una iniciativa a la que, en redes sociales, han denominado "#OutInChurch". Centenares de personas claman por "una Iglesia sin miedo" que acoja sin recelos a todos los feligreses independientemente de su identidad de género u orientación sexual.
#OutInChurch demanda un cambio en la legislación laboral de la Iglesia que permita trabajar abiertamente a todas las personas pertenecientes al colectivo LGBTIQ+, sin que su identidad constituya un motivo de despido.
Además, piden que se eliminen las declaraciones "difamatorias sobre el género y la sexualidad" de la enseñanza eclesiástica, y defienden "el pleno acceso a todos los campos de actividad y ocupación en la Iglesia sin discriminación". También reclaman que las "declaraciones anticuadas de la doctrina de la Iglesia" en relación a la sexualidad y el género sean reconsideradas "sobre la base de los hallazgos teológicos y científico-humanos".
Por último, #OutInChurch llama a todas las personas LGBTIQ+ que trabajan para la Iglesia católica a tiempo completo o de forma voluntaria a que se sumen a la iniciativa, e insta a los obispos a que declaren públicamente su apoyo a la iniciativa.