Los agentes han entrado en el recinto universitario en torno a las 5.30 horas de la madrugada del lunes (22.30, hora peninsular española) y han comenzado a realizar detenciones tras reducir a los estudiantes. La cadena pública RTHK ha informado de que varios testigos aseguran que los agentes han dado patadas a algunos de los manifestantes cuando estaban ya en el suelo.
El asalto está liderado por las fuerzas de élite conocidas como 'raptors'. Los estudiantes, por su parte, han respondido con el lanzamiento de numerosos cócteles molotov.
Algunas barricadas improvisadas por los manifestantes están en llamas y se han escuchado ruidos fuertes sin que se sepa qué tipo de munición sería su origen.
La Policía, que ha amenazado con disparar munición real si los "manifestantes" no dejan de utilizar armas a la hora de enfrentarse a los agentes en el marco del último estallido de protestas que han convulsionado la ciudad durante los últimos cinco meses, ha insistido en que no hará uso de la fuera a menos que los activistas "ataquen primero".
Los manifestantes de la Politécnica bloquearon la semana pasada una de las mayores carreteras de Hong Kong, que une la isla con la península de Kowloon. Este lunes en el campus se ha desatado el caos después de que algunos manifestantes debatieran la posibilidad de salir del edificio mientras otros activistas se armaban con cócteles molotov esperando la entrada de los agentes.
Por su parte, miles de residentes y manifestantes se han trasladado a las zonas aledañas al campus en un intento de penetrar en las líneas de la Policía antidisturbios y rescatar a los estudiantes atrapados.
"Si solo podemos aguantar hasta el amanecer, podrían venir más", ha manifestado un joven activista que asegura estar agotado.
Según el diario local 'South China Morning Post', los agentes han comenzado a hacer uso de un controvertido artefacto sonoro para dispersar las protestas. Aunque muchos activistas aseguran que el artefacto puede causar daños, la Policía ha subrayado que simplemente se trata de un sistema de comunicación con una sirena integrada.
La violencia en Hong Kong se ha convertido en el mayor desafío para el presidente chino, Xi Jinping, que llegó al poder en 2012 e insiste en que el Gobierno local podrá resolver la crisis.
Los manifestantes, enfadados por lo que consideran una injerencia del Gobierno chino en la antigua colonia británica, han defendido que están respondiendo al excesivo uso de la fuerza por parte de la Policía.
"Los manifestantes han estado reaccionando a los actos policiales", ha señalado Joris, un ingeniero civil de 23 años. "No hemos luchado tanto como podríamos. Estaré preparado para ir a la cárcel. Estamos luchando por Hong Kong", ha recalcado.
Pekín, por su parte, ha rechazado cualquier tipo de intervención en los asuntos de Hong Kong y ha culpado de la situación a la influencia de terceros países.