Natalia Poklonskaïa, se convirtió un ídolo patriótico de Rusia tras la anexión de Crimea en 2014. Se convirtió en la Fiscal General de la región hasta 2016 y sus discursos se hicieron muy populares en el país e incluso fuera de él, especialmente en Japón dónde consiguió multitud de seguidores e incluso fue inspiración para muchas obras de artistas de manga. En 2016 pasó a ser diputada del partido del Gobierno y una de las figuras con más apego al Gobierno de Putin.
Sancionada por la Unión Europea, cuya entrada tiene prohibida desde 2014, fue elegida diputada de la Duma del Estado el 18 de diciembre de 2016 y se convirtió en una figura particularmente conservadora, ortodoxa y nacionalista dentro del panorama político ruso.
Poklonskaïa se ha pronunciado sobre la invasión de su país en Ucrania. Lejos de mostrarse a favor de las acciones de Putin ha expresado su dolor y angustia por la situación. "No puedo encontrar las palabras para cambiar esta situación de resentimiento entre rusos y ucranianos. Todo el mundo tiene objetivos patrióticos y nobles. Es un callejón sin salida. Pensemos por un momento. Quizá no exista la verdad absoluta ni el monopolio de la verdad. Paren esta locura y el odio que nos está consumiendo unos a otros", lamentó en su canal de Telegram.
No es el primer desencuentro que tiene con Vladimir Putin al que criticó y votó en contra de su reforma de las pensiones en 2018. También se mostró crítica con la gestión de la pandemia lo que le supuso un relevo en su cargo para ocupar una posición mucho más discreta como embajadora rusa en Cabo Verde.