Un total de 4.330 personas que huyen de la guerra y la pobreza en países de Oriente Medio y Asia pasaron el sábado a Hungría procedentes de Serbia, la cifra más alta de entradas en un sólo día registrada hasta ahora, informó la Policía húngara.
Los refugiados, la mayoría de Siria, Irak y Afganistán, entran en Hungría por el paso fronterizo de Röszke, donde el Gobierno húngaro se apresura a cerrar el único hueco abierto aún en la alambrada de protección mientras eleva una segunda valla más alta.
Pese a que la situación sigue tensa y se acumulan las críticas sobre el mal recibimiento y atención que se da a los refugiados, sí ha aumentado la fluidez con la que se les permite continuar viaje hacia Budapest u otras ciudades húngaras.
En la estación de trenes de Keleti, en la capital húngara, miles de personas esperaran a embarcar en trenes que les acerquen a la frontera con Austria, adonde los refugiados entran a pie para seguir luego su viaje hacia Alemania, el destino preferente de la mayoría, o otros países ricos de Europa.
En Nickelsdorf, en la parte austríaca de la frontera, se registró la llegada de 6.600 personas, aunque durante la madrugada al domingo la situación fue más tranquila y esta mañana apenas 40 personas esperaban a poder trasladarse a Viena o otras ciudades, desde las que continuar su éxodo.
La Policía austríaca espera que miles de personas lleguen. Los refugiados son traslados en autobuses o en trenes especiales. Un convoy de 50 vehículos privados, organizado a través de las redes sociales, transportó ayer a diversos puntos de la capital austríaca a un total de 185 refugiados que esperaban en la ciudad húngara de Györ una forma de viajar a Austria.
Está previsto que Hungría apruebe el próximo martes día 15 una nueva legislación que establece penas de hasta cinco años de prisión para quien cruce ilegalmente su frontera.
Paralelamente, sigue acelerando el refuerzo físico de la frontera a lo largo de 175 kilómetros de frontera con Serbia.
A la espera de comprobar la efectividad de ese muro y la dureza con la que Hungría aplica su nueva ley, las autoridades policiales austríacas especulan con que a partir del día 15 el flujo de refugiados tome otra ruta para evitar suelo húngaro: desde Serbia a Croacia y luego a Eslovenia, para entrar en Austria por el sur.