Campamento de inmigrantes

Hollande promete en Calais acabar con la "jungla" antes de final de año

El presidente francés, François Hollande, ha subrayado este lunes en Calais, en el norte del país, su voluntad de acabar antes de final de año con el campamento de inmigrantes conocido como la "jungla", aunque prometió que actuará "con humanidad" con sus ocupantes.

ondacero.es

Madrid | 26.09.2016 18:59

El presidente de Francia, François Hollande | EFE

En su primera visita a esa ciudad, en los estertores de su mandato de cinco años, el presidente socialista se reunió con vecinos, asociaciones, comerciantes y fuerzas del orden, pero evitó el contacto con los moradores de la "jungla".

Cinco días después de que fuera a Calais el expresidente Nicolas Sarkozy, uno de los favoritos para ser el candidato de la derecha en las presidenciales de la próxima primavera, también Hollande acudió a esa ciudad, cuyo nombre está regularmente asociado con el campamento de inmigrantes.

El discurso del presidente fue de firmeza, al afirmar que desmantelarán "completa y definitivamente" la "jungla", pero se comprometió a actuar "con humanidad", en particular con los candidatos al asilo.

"Los que pueden optar al asilo deben ser acogidos. Los otros deben ser expulsados a sus países", indicó el presidente.

Frente a quienes le acusan de tibieza con este caso, Hollande puso fecha al cierre de la "jungla", que dijo que estará desmantelada antes de final de año.

Y, para sellar el compromiso, aseguró que vendrá con su Gobierno tras el cierre del campamento, una forma de precisar que no dejará como herencia de su mandato el espinoso asunto de Calais.

El presidente respaldó así el proyecto del Ejecutivo de cerrar el campamento y trasladar a sus ocupantes, entre 7.000 y 10.000 personas, según el Gobierno y las asociaciones, a diferentes centros provisionales repartidos por todo el país.

Frente a discursos más duros, como el que mantuvo Sarkozy ante los vecinos de Calais, Hollande aseguró que el Estado asume sus responsabilidades con los inmigrantes, al tiempo que asume sus compromisos internacionales y con los derechos humanos.

En este sentido, el presidente francés hizo un llamamiento al Reino Unido, destino soñado de la mayor parte de los inmigrantes que se hacinan en Calais, a que afronte también el reto que supone la "jungla".

En este sentido, Hollande señaló que la programada salida de Londres de la Unión Europea no le exime de sus responsabilidades bilaterales, las acordadas por ambos países en los acuerdos de Le Touquet de 2003.

En particular, París se queja de que Londres no respeta los acuerdos en lo relativo a la aceleración de los trámites de acogida de los menores aislados que hay en el campamento y que tienen familia en territorio británico.

Hollande aseguró que esos compromisos deben ser reforzados en vísperas del desmantelamiento del campamento, cuando la situación humanitaria de muchos de esos menores será más dramática.

Ese es, precisamente, el principal reproche que las asociaciones que trabajan con los inmigrantes hacen al plan gubernamental de desmantelamiento.

Para ellos, el final de la "jungla" de Calais supondrá un deterioro de las condiciones de vida de los inmigrantes, obligados a esconderse en lugares clandestinos, sin que les disuada de sus ansias de cruzar el Canal de la Mancha.

Frente a la postura de Hollande, Sarkozy se muestra favorable a endurecer los controles fronterizos de Francia, mediante una revisión de los acuerdos de Schengen, y a ser más exigentes con los británicos.

Con su decisión de cerrar el campamento de forma drástica y rápida, el presidente quiere quitar a la derecha francesa un argumento de cara a la campaña electoral para las presidenciales de la próxima primavera.

El presidente también hizo anuncios en favor de la población de Calais, a la que prometió duplicar el fondo de dos millones de euros de ayuda a las empresas que atraviesan dificultades a causa de la presión migratoria.