La célula, integrada por cuatro personas, preparaba un "peligroso plan terrorista con el objetivo de atentar contra la estabilidad y la seguridad de Marruecos", indicó el Ministerio del Interior en un comunicado.
Las investigaciones desvelaron que el cabecilla de esta célula tenía estrechos vínculos con los yihadistas marroquíes que combaten con el EI en Siria e Irak, con quienes se coordinaba para conseguir "el apoyo logístico necesario" con el objetivo de llevar a cabo atentados en Marruecos, precisó la fuente.
El desmantelamiento de esta célula se produce en un momento de máxima alerta mundial contra la amenaza terrorista tras una oleada de atentados perpetrados en la noche del pasado viernes en París, que causó al menos 129 muertos y más de 350 heridos.
El pasado sábado, la policía marroquí detuvo a un presunto terrorista en la ciudad norteña de Nador, que planeaba atentar contra su país y contra una iglesia en Europa.
Según un reciente informe del Ministerio de Interior, 1.505 marroquíes viajaron a Siria e Irak para luchar en diferentes grupos terroristas, de los cuales 719 luchan con el EI.
Además, 405 combatientes yihadistas murieron en los lugares de combate, 346 de ellos en Siria y el resto en Irak.
Marruecos ha intensificado últimamente el control de seguridad para enfrentar la amenaza terrorista con varias medidas como el endurecimiento de la legislación antiterrorista, el despliegue de fuerzas especiales llamadas "Hadar" en los puntos estratégicos del país o la creación de la Oficina Central de Investigaciones Judiciales (una especie de FBI marroquí).