Alemania ha registrado ya la entrada de un millón de solicitantes de asilo este año, según la cifra hecha pública por la ministra de Asuntos Sociales del estado federado de Baviera, Emilia Müller. La responsable bávara dio cuenta de esta cifra sólo un día después de que el ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, informará de que hasta finales de noviembre habían entrado en el país como refugiados unas 965.000 personas, casi cuatro veces más que en el conjunto del año pasado.
Según el registro nacional EASY, que contabiliza a los que llegan al país con la intención de solicitar asilo, en noviembre fueron inscritas 206.000 personas, un récord que superó el máximo de 181.000 alcanzado en octubre. La cifra del millón de refugiados se alcanzó al mediodía de este martes, según precisa el popular diario Bild. Era de esperar, ya que, según indicó el ministro de Interior, aunque en las últimas semanas se había reducido el ritmo de las llegadas, todavía cruzan las fronteras alemanas entre 2.000 y 3.000 solicitantes de asilo cada día.
Las autoridades germanas han advertido ya de que el registro EASY no es preciso, pues ante la sobrecarga de trabajo puede haber extranjeros que estén ya en el país y que no hayan sido registrados y no son descartables tampoco duplicidades. A pesar de los refuerzos de personal, Agencia Federal para la Migración y los Refugiados (BAMF) sigue desbordada por los cientos de miles de solicitudes presentadas y tiene acumulados 355.914 expedientes sin resolver.
Entre enero y noviembre se habían registrado oficialmente ante esa oficina 425.035 peticiones de asilo -incluidas más de 136.000 de ciudadanos sirios-, lo que muestra que muchas personas todavía se encuentran a la espera de poder presentar formalmente su solicitud. Los expedientes resueltos este año ascienden a 240.058, más del doble que en todo el año pasado, y, de ellos, el 44,4 % de sus autores lograron protección como refugiados o asilados.