Un comunicado difundido en las redes sociales afirmó que los "soldados del Estado Islámico detonaron un camión bomba en medio de un grupo de milicianos chiíes en uno de sus feudos en el este de Bagdad".
"Esto es para que prueben los chiíes los bombardeos que llevan a cabo contra nuestra gente musulmana", señaló el EI, en alusión a las operaciones de las milicias chiíes y del ejército contra zonas de mayoría suní controladas por el grupo yihadista.
Según la nota, firmada por Wilayat Bagdad (Provincia de Bagdad), la explosión mató a cerca de 90 milicianos chiíes e hirió a más de 200.
Sin embargo, una fuente policial informó a Efe de que las víctimas -55 muertos y 110 heridos- son en su mayoría campesinos, que habían acudido al mercado a vender su mercancía de fruta y verdura.
El estallido del camión, cargado con una gran cantidad de explosivos, destruyó varias tiendas del mercado e incendió vehículos aparcados en la zona.
Ciudad Sadr, donde se ubica el mercado blanco del atentado, es un populoso distrito con más de dos millones de habitantes y de mayoría chií, que ya ha sido anteriormente escenario de ataques del EI.
El grupo terrorista reivindicó el pasado julio un atentado, perpetrado durante la festividad del "Aid al Fitr", con la que culmina el Ramadán, y que causó más de un centenar de muertos en la población de Jan Beni Saad, al noreste de Bagdad.
Este sangriento atentado tuvo también lugar en un mercado abarrotado de civiles, pero el EI aseguró que las víctimas eran milicianos chiíes congregados en una mezquita.
Irak afronta desde junio de 2014 una cruenta guerra contra el EI, que conquistó amplias zonas de su territorio y proclamó un califato en este país y en la vecina Siria.