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En un breve discurso de unos ocho minutos ante unos 400 invitados que han asistido a la toma de posesión de sus trece consejeros, Díaz ha afirmado que la seña de identidad del gobierno será el diálogo, la búsqueda del consenso con todos los sectores sociales y la cercanía con los ciudadanos.
Susana Díaz se ha mostrado convencida de que en la actual legislatura el diálogo es la "mejor manera" de aunar voluntades, sumar talentos y esfuerzos.
"Diálogo en todos los ámbitos, diálogo social y con todos los referentes que pueden contribuir a que Andalucía avance y que lo haga más rápido", ha expuesto.
Ha abogado por poner la Administración andaluza al servicio de los ciudadanos, hacerla más eficiente, y ha dicho que van a "defender por encima de cualquier interés el interés de los andaluces".
La presidenta, que ha detallado los objetivos de las principales áreas del Ejecutivo, se ha referido como prioridad al desempleo, para decir que hay que terminar con esa "cifra inasumible", así como al cambio del modelo productivo, a incrementar la calidad de la educación, de la salud pública y de la atención a la dependencia.
En un acto "sencillo pero con toda la carga simbólica", la socialista se ha referido al periodo "demasiado prolongado" en el que el Ejecutivo andaluz ha estado en funciones, y ha recalcado que lo que va a definir la acción del actual gobierno son "sus hechos más que las palabras, la vara de medir con la que nos van a juzgar los ciudadanos".
Según ha dicho, la "gran tarea" que tiene su equipo es asegurar la "eficiencia y el buen funcionamiento" de los servicios públicos en Andalucía, por lo que ha sostenido que se trata en esta legislatura de dar un "gran salto adelante" para que la comunidad ocupe el lugar que "merece".