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Pedro Sánchez y Pablo Casado se han acusado mutuamente durante la sesión de control de fomentar la crispación y la división durante la pandemia de coronavirus. Mientras que el presidente ha subrayado el "gran fracaso" de la derecha", el líder de la oposición ha culpado al Gobierno de ser ellos quien extienden el "veneno junto a sus socios".
El cara a cara entre ambos ha comenzado cuando Casado ha resumido las verdaderas fases de la desescalada de Sánchez: "su fase 1 en enero y febrero fue la de la ocultación de las alertas y la hecatombe que se veía venir; su fase 2, en marzo y abril, la de la incompetencia de las mascarillas y los test falsos y el caótico mando único por el que tendrá que rendir cuentas ante una Comisión de Investigación; y la fase 3, en mayo y junio, la del abuso del Estado de alarma para amenazar a la prensa, tomar el CNI y el CIS, y así ha llegado a su vieja normalidad".
Por su parte, Sánchez le ha recordado su compromiso de "moderarse" y le ha achacado el error que ha cometido al acercarse a la ultraderecha para oponerse a todo y para utilizar el coronavirus para hacer caer a un Gobierno "legítimo y democráticamente votado por los españoles".
Asimismo, le ha dicho que tiene dos opciones: o mantenerse en la línea del diálogo con el Gobierno o seguir "en la bronca", para lo cual entonces debe irse hacia la ultraderecha.
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