En la primera jornada de la Conferencia Política, tras el aperitivo previo de ayer montado sólo para calentar motores, ha pasado lo que tenía que pasar, ningún imprevisto. Los críticos lo han sido como siempre, algo más suaves, quizás. El madrileño Tomás Gómez, el castellano manchego Emiliano García PAGE o el extremeño Guillermo Fernández Vara han venido a decir que las primarias deberían celebrarse cuanto antes y que Alfredo Pérez Rubalcaba no puede ser el futuro, ni siquiera inmediato, del PSOE.
Previsibles también las declaraciones hoy muy tibias del trío de nombres posibles aspirantes a esas primarias para elegir candidato a la presidencia del gobierno, los que están en todas las quinielas porque se han dejado querer cuando se les preguntaba por sus planes. Carme Chacón, Patxi López y Eduardo Madina insinúan, se muestran ambiguos, juegan al despiste hasta que ponen un pie en los espacios orgánicos, hoy en esta Conferencia Política y entonces ya se pliegan a las instrucciones y compiten por ser los más respetuosos, los más prudentes. Es lógico, retratarse tan pronto sería un error estratégico. Así es que, nada nuevo bajo el sol tampoco en este frente.
Lo más llamativo hoy ha sido la habilidad de la presidenta andaluza Susana Díaz que ha colocado su mensaje, el que más le interesaba, arañando a unos y a otros pero sin hacer demasiado daño. Ha advertido al PSOE y al PSC sobre lo que no está dispuesta a permitir, discriminación entre territorios, pero lo ha hecho con tal inteligencia política que tanto Alfredo Pérez Rubalcba como el catalán Pere Navarro se han mostrado satisfechos y han aplaudido su discurso.
Lo único realmente nuevo lo ha propuesto la dirección del partido, que ha venido a decir: si hay tantas ganas de primarias abiertas, en vez de ceder con las fechas, vamos a hacerlas más flexibles, a relajar las exigencias a los candidatos. Si hasta ahora era necesario reunir un 10% de avales para poder concurrir, lo han rebajado al 5% y así pueden aspirar a esta carrera más corredores. Para que no pase lo que sucedió con Susana Díaz, que dejó con las ganas a tres competidores.
En definitiva, los socialistas siguen enredados en su bucle de los últimos meses, sin avances prácticos sobre el quid de la cuestión. Y los periodistas, continuamos buscando la primicia de la hora a la que se van a celebrar las primarias.