Cartas Credenciales ante el Rey: así es una de las ceremonias más ancestrales en España
Es una de las ceremonias más bellas y tradicionales que se pueden ver por las calles de la villa de Madrid. El paso de los nuevos embajadores en el trayecto por el Madrid de los Austrias desde el ministerio de Asuntos Exteriores hasta el Palacio Real. Atraviesan la calle Mayor, pasan delante de la Catedral de Nuestra Señora de la Almudena, y entran al Palacio por el patio de armas, mientras la Guardia Real interpreta el Himno Nacional del país que presenta nuevo embajador.
Normalmente, este vistoso trayecto se realiza en carroza, aunque los nuevos caballos que tiran de ellas son jóvenes y necesitan todavía un período de entrenamiento. Por este motivo, los nuevos Embajadores entran el Palacio a bordo de uno, los Cadillac históricos pertenecientes a Patrimonio Nacional.
Orígenes en Carlos V
Sus orígenes se remontan al ceremonial borgoñón que emperador Carlos V decidió adoptar y que su hijo Felipe II estableció en 1562 en la Corte española con la aprobación de las llamadas Etiquetas de Palacio, según fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Felipe IV introdujo una revisión en 1651 para incluir oficialmente la figura del "Conductor", que ya desde 1621 asumía la función de recibir a los nuevos embajadores. Posteriormente, Carlos III le atribuyó la competencia de "introducir" y presentarlos, de manera que hoy en día esta figura se conoce como "introductor de embajadores".
En las ceremonias que se producen actualmente -como la de esta mañana-, mientras el Rey espera ya en la Cámara Oficial o sala de Embajadores, el Jefe de Protocolo de la Casa Del Rey, Bernardo Francisco de Lizaur, anuncia a la "introductora de Embajadores", cargo que ocupa la diplomática María Sebastián de Erice.
La berlina de gala y el "coche de París"
La ceremonia actual data de los tiempos de Felipe V en el siglo XVIII en 1717 y durante los reinados de Isabel II y de Alfonso XII llegaron muchos de los componentes actuales, explica el ministerio de Exteriores. Es entonces cuando se comenzó a utilizar la berlina de gala y el "coche de París".