El expresidente catalán, Carles Puigdemont, ha acudido al Tribunal de Apelación de Sassari, en Cerdeña, sobre las 10:55 horas para participar en la audiencia que analizará si existen motivos para su entrega a España, tras su detención a finales de septiembre y su puesta en libertad al día siguiente.
Puigdemont a su entrada no hizo declaraciones, pasó directamente al tribunal, mientras una veintena de independentistas sardos ondeaban banderas catalanas y de Cerdeña y gritaban "libertad".
El expresidente catalán iba acompañado por los exmiembros del Govern Toni Comín y Clara Ponsatí, también buscados por la Justicia española y sobre los que pesa otra euroorden del Tribunal Supremo. También la diputada de la CUP Dolors Sabater y el secretario general de JxCat y expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, que estuvo encarcelado y fue indultado por el Gobierno español en junio.
Antes de la llegada de Puigdemont entró en el tribunal la vicesecretaria jurídica de Vox, Marta Castro, en representación del partido, que pidió personarse en la causa.
La inmunidad como eurodiputado le fue retirada hace unos meses al considerar el Parlamento Europeo que no había riesgo de que fuera detenido en el ejercicio de sus funciones como europarlamentario. El pasado 1 de octubre, Puigdemont presentó un recurso ante el Tribunal General de la Unión Europea en el que pedía que se le devuelva la inmunidad como eurodiputado.
El magistrado del Supremo español que instruye la causa, Pablo Llarena, pidió el pasado 30 de septiembre al Tribunal de Apelación de Sassari que acuerde su entrega a España y argumentó que carece actualmente de inmunidad como eurodiputado y que sigue en vigor una euroorden de busca y captura en su contra.
La euroorden se dictó cuando el Tribunal Supremo español condenó por sedición a líderes del proceso soberanista catalán que se pusieron a disposición de la Justicia, mientras que Puigdemont huyó a Bélgica, tras el referéndum ilegal y la declaración unilateral de independencia de 2017.