La meta estaba anoche en el Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada, donde le esperaban 7000 simpatizantes entregados que no consiguieron que botara el candidato, "ya no me quedan fuerzas ni para botar", se excusó.
Llega el candidato a la jornada de reflexión con la lengua fuera, por eso dedicará todo este sábado a lo que lleva tiempo sin poder hacer, pasear con su mujer Pilar Goya por la mañana, escuchar música y leer por la tarde y, por la noche, ver a su Real Madrid que juega contra el Valencia. Seguro que ése será para él el mejor momento del día y lo disfrutará a sabiendas de que la noche siguiente no le va a dar ninguna alegría.
Por cierto, los periodistas que hemos cubierto la agotadora campaña del PSOE hemos hecho la tradicional porra. Y no les voy a desvelar nombres, pero sí el resultado más optimista para los socialistas, 156-152 y el más pesimista 110-195.