El sistema de pensiones en España experimentará en 2025 ajustes importantes para garantizar su sostenibilidad y mantener el poder adquisitivo de los jubilados. Para poder llevar a cabo la medida, el Gobierno ha diseñado la llamada "cuota de solidaridad", un mecanismo diseñado para que los trabajadores con mayores ingresos contribuyan más al del sistema público de pensiones, sin que esto incremente sus futuras prestaciones.
Esta nueva cuota complementará otras medidas ya vigentes, como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que se aplica desde 2023 y afecta a todos los trabajadores.
En 2025, las pensiones contributivas y de clases pasivas subirán un 2,8%, según la fórmula de revalorización basada en el IPC interanual promedio de los últimos doce meses. Este incremento se traducirá en:
Con esta revalorización, un pensionista que en 2024 reciba 1.441 euros al mes pasará a cobrar 1.481,35 euros en 2025. Este ajuste responde al compromiso del Gobierno de garantizar el poder adquisitivo de los jubilados y es una de las bases de la reforma de las pensiones aprobada en 2021.
La cuota de solidaridad es una sobrecotización dirigida a los trabajadores cuyos salarios superen la base máxima de cotización, que en 2025 será de 4.909 euros mensuales o 58.912 euros anuales.
La medida afecta exclusivamente a los trabajadores que perciben ingresos superiores a la base máxima de cotización. Estos ingresos no se tienen en cuenta para el cálculo de su pensión, pero ahora estarán sujetos a esta contribución adicional. Según la normativa:
- Tramo 1: Los ingresos que superen en un 10% la base máxima (entre 4.909 y 5.399,9 euros) estarán gravados con un 0,92%.
- Tramo 2: Los ingresos entre el 10% y el 50% por encima de la base máxima (entre 5.400 y 7.363,5 euros) pagarán un 1%.
- Tramo 3: Los ingresos que superen en más del 50% la base máxima (más de 7.363,5 euros) estarán sujetos a un 1,17%.
Estos porcentajes irán aumentando de manera progresiva hasta 2045, alcanzando el 5,5%, 6% y 7% respectivamente.