La petrolera Repsol ha informado de que da por finalizados los sondeos en Canarias y que los recursos encontrados en la zona, tanto de gas como de petróleo, no se extraerán dada su escasa cantidad y calidad. "El análisis de las muestras obtenidas en el sondeo denominado Sandía confirma la existencia de gas -desde metano hasta hexano- sin el volumen ni la calidad suficientes para considerar una futura extracción", señala la compañía en un comunicado, que abandona la exploración en la zona.
El sondeo exploratorio ha confirmado que en el subsuelo de esta cuenca se han generado petróleo y gas, si bien los almacenes encontrados están saturados de agua y los hidrocarburos existentes se encuentran en capas muy delgadas no explotables, añade.Se cierra así un proyecto de investigación que ha provocado una gran confrontación entre el gobierno canario, liderado por Paulino Rivero, y el Ejecutivo central, con el ministro de Industria, José Manuel Soria, a la cabeza de la defensa de los sondeos.
La petrolera [[LINK:INTERNO|||||| inició el sondeo exploratorio el 18 de noviembre de 2014 en el Océano Atlántico]], a unos 60 kilómetros de Lanzarote y Fuerteventura, para analizar la posible existencia de hidrocarburos. Según la misma fuente, no se realizarán actividades de investigación adicionales en esta zona y el buque de posicionamiento dinámico Rowan Renaissance regresará a Angola para continuar con el programa de exploración de hidrocarburos que Repsol realiza en ese país.
Desde el inicio de los trabajos, Repsol estimó para los mismos una posibilidad de éxito exploratorio de entre el 15% y el 20%, recuerda la compañía en el comunicado, en el que asegura que hizo el sondeo "considerando que un posible hallazgo reportaría importantes beneficios para la economía española".
La compañía explica que el 11 de enero se alcanzó la profundidad total de 3.093 metros (882 metros de lámina de agua y 2.211 metros de subsuelo) y que se ha completado la recolección de datos de las formaciones geológicas atravesadas.
Durante la próxima semana, se realizarán las labores de sellado del pozo continuando con los protocolos de seguridad más estrictos, conforme se ha desarrollado el sondeo en su conjunto. En el proyecto de investigación han trabajado unos 750 profesionales de más de 50 empresas y se han aplicado los máximos estándares de seguridad y respeto medioambiental.