Qué pasa con los regalos de boda en la Renta 2023: así debes declararlo

A medida que nos acercamos a la época de declarar impuestos, surge una duda importante para quienes recientemente han celebrado su boda: ¿cómo se deben declarar los regalos de boda en la Renta 2023?

De manera rigurosa, todos los regalos recibidos, ya sean en efectivo o en forma de bienes, nos exponen a la necesidad de declarar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Tal como lo detalla la administración tributaria local, este impuesto se aplica a cualquier aumento de patrimonio adquirido de manera gratuita por individuos. Esta definición abarca tanto las herencias como los obsequios monetarios de los padres para adquirir un inmueble, o incluso un vehículo que el abuelo deja a nombre de su nieto.

En este contexto, los regalos de boda no son una excepción y deben ser declarados individualmente, considerando quién los recibe. Es crucial también prestar atención a la fecha en que se reciben estos regalos.

Si se otorgan antes de la boda, el deber de declararlos recae sobre el miembro de la pareja que los ha recibido. Por otro lado, si los regalos se reciben después del matrimonio, la obligación de declararlos dependerá del régimen matrimonial bajo el cual se haya celebrado la unión.

¿Es necesario declarar las transferencias recibidas como regalo de boda?

La respuesta es sí, al igual que con cualquier otro tipo de regalo, las transferencias bancarias deben ser declaradas. Si se omite esta declaración y la Agencia Tributaria detecta una o varias transferencias significativas, podría iniciar una investigación. Esto es particularmente relevante en situaciones donde se abre una cuenta específicamente para recibir contribuciones de amigos y familiares para la boda.

Es importante recordar que cualquier aumento en nuestro patrimonio debe estar debidamente justificado. Incluso si la Agencia Tributaria logra identificar que estas sumas son regalos de boda, sujetos al impuesto de sucesiones y donaciones, es probable que se considere como un incremento patrimonial no justificado. Esto implica que el contribuyente tendría que declararlo en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

¿Es necesario declarar el dinero recibido en efectivo a la Agencia Tributaria?

La respuesta es afirmativa, similar al caso de las transferencias bancarias, el efectivo recibido también debe ser declarado. Es importante considerar que tener una cantidad significativa de dinero en metálico puede afectar cómo se realizan otros pagos que normalmente se harían a través de tarjeta de débito o crédito.

En este contexto, también se deben tener en cuenta los tradicionales sobres entregados como regalos de boda. Aunque hoy en día es común abrir una cuenta bancaria para depositar estos regalos, algunos todavía prefieren la entrega directa de dinero en efectivo. Aunque esta práctica puede parecer menos transparente respecto al monto recibido y al donante, la opción de hacer transferencias bancarias sigue siendo la alternativa recomendada para mayor claridad y cumplimiento fiscal.

Los regalos de boda en especie

De la misma manera, los regalos de boda recibidos en especie deben ser declarados. El valor del regalo es crucial en estos casos, ya que no es lo mismo recibir un artículo pequeño como una batidora, que un bien de mayor valor como un coche o una propiedad inmobiliaria. Además, la relación con el donante también es relevante.

Generalmente, los bienes de mayor valor son obsequiados por familiares cercanos, y para los recién casados esto significa que los impuestos asociados pueden ser menores. En algunas comunidades autónomas, incluso puede darse el caso de que las donaciones de padres a hijos estén exentas de impuestos. No obstante, es obligatorio presentar la declaración del impuesto de sucesiones y donaciones.

Para beneficiarse de ciertas reducciones o bonificaciones en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones que ofrecen las comunidades autónomas, puede ser necesario formalizar la donación mediante una escritura pública ante notario.

¿Cuánto se debe pagar?

La tasa de impuesto aplicable varía según la comunidad autónoma o territorio, como es el caso del País Vasco. En Bizkaia, por ejemplo, las donaciones recibidas de cónyuges, parejas de hecho, padres o hijos se gravan con un tipo impositivo del 1,5%, independientemente del monto de la donación, a diferencia de lo que sucede con las herencias.

Para otras relaciones de parentesco, el valor del regalo sí influye en el tipo impositivo que se aplica, determinando así el porcentaje de impuestos a pagar. Los tipos varían desde un 5,7% para donaciones de hasta 9.230 euros realizadas por familiares de segundo o tercer grado de consanguinidad, hasta un 42,56% para donaciones que superan los dos millones de euros de donantes con un grado de parentesco más distante. A

Tomemos, por ejemplo, una donación de 3.000 euros. Si esta cantidad nos la entregan nuestros padres, se aplicaría un tipo impositivo del 1,5% sobre la suma donada. En cambio, si el dinero viene de los abuelos, hermanos o tíos, el porcentaje de impuesto a pagar aumenta a un 5,7%. Si el donante resulta ser un primo o incluso un amigo, el tipo impositivo subiría aún más, alcanzando el 7,6% de la cantidad donada.

No se establece un monto mínimo que obligue a declarar el impuesto sobre donaciones, y en general, la Agencia Tributaria no suele investigar los regalos menores, aquellos que normalmente oscilan entre los 150 y 200 euros por invitado.

No obstante, la situación cambia cuando se trata de cantidades significativas o de bienes de alto valor. Es importante tener presente que los bancos están legalmente obligados a reportar cualquier depósito en efectivo que supere los 3.000 euros, así como transacciones que involucren billetes de 500 euros, lo que podría alertar a Hacienda y motivarla a solicitar más detalles sobre estos ingresos.