El Tribunal Supremo como el Tribunal de Justicia de la Unión Europea han determinado que los gastos por la formalización de una hipoteca que los bancos imponen a sus clientes son abusivos y, por lo tanto, deben asumirlos las entidades bancarias.
Además, si el comprador pagó una comisión de apertura por la hipoteca, también puede reclamar en el caso de que no le explicaran la finalidad de esa comisión y su repercusión económica.
En un principio, el plazo para reclamar estos gastos vencía el pasado 23 de enero de 2024. Sin embargo, la suspensión de los plazos procesales durante el estado de alarma hizo que el plazo se ampliase otros 82 días: el 14 de abril será el último día para reclamar.
Esta medida se aplica a las hipotecas firmadas antes de junio de 2019, puesto que la Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario, que entró en vigor el 16 de junio de 2019, establece quién debe asumir cada gasto de formalización de la hipoteca.
Si el reparto de gastos se respeta, no se podrá reclamar. En las hipotecas más recientes los bancos asumen los gastos de notaría y de inscripción en el registro de la propiedad, así como los gastos de la gestoría que se encargue de los trámites. Por su parte, el comprador asume los gastos de tasación del inmueble y el pago de las copias de la escritura que solicite.
Para reclamar los gastos de la hipoteca, hay que acudir al servicio de reclamaciones de la entidad bancaria y presentar la queja.
Si la respuesta es negativa o no fuese satisfactoria habría que acudir al servicio de reclamaciones del Banco de España. Y si esta vía tampoco es efectiva, acudir a la vía judicial.
Lo habitual es que muchos consumidores prefieran reclamar a través de despachos de abogados especializados para acelerar el proceso.
En enero de 2019 quedaron fijados de manera definitiva los gastos que los bancos deben devolver a los compradores cuando la cláusula de imposición de gastos es declarada abusiva. Estos son: