La junta general de accionistas de Ferrovial decidirá este jueves, a traves de una votación, si finalmente dan luz verde a la operación de fusión con su filial de Países Bajkos y que supondrá el traslado de su sede social a este país a lo largo del segundo o tercer trimestre de 2023.
La votación tendrá lugar tras varias semanas de tensiones y cruce de declaraciones entre la empresa y el Gobierno de España. La compañía anunció por sorpresa esta transacción el pasado 28 de febrero y desde entonces el Gobierno ha presionado a sus dirigentes para evitar la marcha de Ferrovial de nuestro país.
Su principal objetivo es cotizar en Estados Unidos, país que en 2022 concentró el 32,3% de los 7.551 millones que facturó en todo el mundo. En ese país tiene unos 4.180 empleados, frente a los 5.413 de España.
La empresa argumenta que para dar ese salto primero tiene que trasladar su sede social a Países Bajos, donde solo tiene cinco trabajadores, puesto que en España nunca ninguna empresa ha intentando cotizar al mismo tiempo aquí y en Estados Unidos.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha admitido que nunca ninguna empresa lo ha intentado, pero el regulador tampoco ha encontrado ningún impedimento que lo haga inviable, por lo que Ferrovial podría intentarlo sin tener que irse de España.
Por su parte, el Gobierno argumenta que si la Agencia Tributaria no encuentra razones económicas que favorezcan la evolución de la empresa a ese movimiento corporativo, podría perder ciertas ventajas fiscales derivadas de las fusiones transfronterizas, por lo que la factura que tiene que pagar Ferrovial por mover su sede podría dispararse.