El nuevo curso político ha empezado con varios asuntos sobre la mesa, entre ellos la duración de la jornada laboral.
Ya en enero de 2024 la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, había planteado la reducción de la jornada laboral en la Comisión de Trabajo, Economía Social, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Congreso de los Diputados.
Una propuesta que en principio no fue bien recibida por la oposición pero que, ocho meses después, abre las puertas a la negociación sobre su implementación "sin que afecte a la productividad", tal y como ha señalado Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular.
La reducción de la jornada laboral permitirá "mejorar la compatibilidad del tiempo de trabajo con el resto de los usos del tiempo, el reparto equilibrado de las tareas de cuidados, la formación, el ocio o la participación social", declaró entonces la ministra.
La principal propuesta es reducir la semana laboral hasta 37,5 horas sin que esto afecte negativamente a las retribuciones salariales. Este es el gran objetivo de Yolanda Díaz, quien hoy ha negado el retraso de su aplicación a 2026: "Es completamente falso".
Al mismo tiempo, la líder de Sumar ha desmentido "rotundamente" que se haya hecho ese tipo de propuesta y ha asegurado que el Gobierno "va a cumplir" con el acuerdo para reducir la jornada hasta 37,5 horas.
Según lo promulgado durante la sesión de control al Gobierno celebrada en el Congreso de los Diputados, el Ministerio de Trabajo estaría buscando un acuerdo tripartito que incluya también a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) para sacar adelante el recorte de la jornada laboral.
Los sindicatos siguen adelante con sus movilizaciones para presionar a la CEOE y a los grupos parlamentarios para que "no se pongan de perfil" y manifiesten su apoyo a la medida. CCOO y UGT saldrán a la calle este jueves y se concentrarán ante las sedes de la CEOE de todas las capitales de provincia en defensa de la jornada de 37,5 horas semanales.