Dicen de 'Los buenos amigos' que es "un fresco perfecto de la emigración española contada desde abajo". El autor, Lahoz, la describe como una novela que "intenta demostrar la fragilidad del amor y de la amistad, los dos sentimientos que más sentido dan a la existencia. Hay otros temas que son eternos como la lucha de clases, la carga de la procedencia, la familia, a veces como una cárcel y a veces como una salvación, la infancia y la adolescencia y todos los riesgos que conlleva esa edad. También el delicado destino del ser humano y la fatalidad".
Pero bajando a las páginas, 'Los buenos amigos' acoge la historia, precisamente, de dos buenos amigos y de su amistad a través de los años. El lector les encontrará en un orfanato barcelonés a finales de los 50 y será testigo de su reencuentro, fortuito, tres décadas después. Sus vidas se ven arropadas por muchos personajes secundarios que, dice Lahoz, "forman un personaje colectivo que juzga a los que se fueron cuando vuelven". La realidad conforma un personaje más porque la sociedad, el entorno y el clima político determinan la actitud de todos. Use Lahoz ha construido una novela que se enmarca de lleno en el mejor realismo español donde los personajes "están no sometidos, pero sí que dependen mucho de las circunstancias y la época que les ha tocado vivir".
Con 'Los buenos amigos' ya en las estanterías de las librerías, el autor navega con la imagen de su futura novela. Es el germen de sus obras, una imagen a la que va dando forma. La futura le "persigue" desde hace un par de años. La "culpable" de que escribiera 'Los buenos amigos' tardó tres años en materializarse. Y el resultado es todo un homenaje para sus lectores "casi siempre los mismos, han sido bastante fieles y los lectores que tengo son mi orgullo". Incluido uno, sin nombre, que acude al encuentro del escritor tras cada libro para entregarle, sin hablar, un papel con los errores descubiertos en la lectura. Y Use Lahoz se lo agradece.