Cocinar para sorprender con pequeñas cosas
¿Te apetece cocinar? Si tu respuesta es sí, entonces, adelante.
Nos vamos a poner manos a la obra y la receta que elegimos hoy son las empanadas tucumanas. ¿Por qué? La explicación es sencilla. Planeta edita ‘Las recetas de sor Lucía Caram’, conocida monja argentina, nacida en Tucumán, y cocinera de su convento en Manresa.
Así que, si vas a preparar un entrante para ocho personas, aquí tienes la idea perfecta. Necesitarás un kilo de carne de vaca con grasa, media cucharada de ají picante, media cucharada sopera de comino, una cebolleta, un chorrito de caldo de carne, dos cebollas pequeñas, dos cucharadas de pimentón dulce, tres huevos duros, obleas tipo empanadilla y sal.
‘Las recetas de sor Lucía Caram’ es un libro que nace a partir de los platos que se preparaban en casa de Sor Lucía cuando era pequeña. Ahí, en Argentina. Aunque se ha permitido el lujo de combinar los platos de su país natal con muchas recetas españolas e incluso alguna con un toque árabe ya que su abuela era libanesa. “En los países árabes, la comida es algo que se cuida y que se prepara mucho porque lo más importante es que el invitado se sienta bien. Es el momento para comer y para compartir. Los árabes son así y así era mi abuela”, recuerda sor Lucía.
Volviendo a las empanadas tucumanas. En primer lugar hay que preparar, a media cocción, la carne con un poco de agua caliente. Y al cabo de diez o veinte minutos se retira del fuego. Mientras, se tienen que pochar las cebollas picadas. Si la carne se hace, deja que se enfríe un poco porque tienes que cortarla en cuadraditos pequeños. Después colócala en un bol.
Dice sor Lucía que “la cocina es un momento para disfrutar, para crear y para poner la mente en blanco. Para pararse del estrés... todo tiene su tiempo y todo tiene su ritmo. La cocina sirve para celebrar la vida, para encontrarnos y para manifestar a las personas que queremos, que las queremos”. Por eso nos presenta en su libro entrantes, ensaladas, sopas, cremas, potajes, arroces, pastas, verduras, hortalizas, huevos, carnes, pescados y postres fáciles de elaborar y muy ricos a la hora de sentarse en la mesa a disfrutar de la comida. También, cómo no, para disfrutar cocinando.
¡Cuidado! ¡Que no se nos queme la cebolla! Tenemos que volver al bol donde hemos puesto la carne cortada. Y añadir ahí el pimentón, el ají, el comino, la sal y la cebolla pochada. También la cebolleta fresca y los huevos duros picados. Es hora de precalentar el horno a 200°C.
Por supuesto, asegura sor Lucía, “la cocina es una manera de sorprender con pequeñas cosas. Necesitamos pocas cosas para celebrar y esto nos permite un pequeño toque para que el otro sepa que hemos pensado en él o en ella. En definitiva, para compartir.”
Por eso estamos preparando estas empanadas tucumanas. Mientras se calienta el horno hay que rellenar las obleas con la mezcla y cerrarlas con los dedos, como si fueran empanadillas de toda la vida. Una vez rellenas, ponlas en una bandeja y mételas al horno durante diez minutos, hasta que estén doradas.
Diez minutos... será suficiente para que os cuente una anécdota. ¿Qué receta le prepararía sor Lucía Caram al Papa Francisco? En la presentación de su libro nos ha contado que “empezaría el menú con unas empanadas tucumanas” (por eso te chivo la receta, porque son... mano de santo) “y seguiría con locro tucumano (esta receta la puedes encontrar en el libro) o con un asado argentino. Lo acompañaría todo con un buen vino”.
Toca emplatar y servir las empanadas. Y ya que nos ponemos, le he pedido a sor Lucía que me de ese truco especial que cuenta en todas las recetas del libro. Me dice que recuerdes que la carne no tiene que estar muy hecha ya que se termina de hacer en el horno. Y que tengas cuidado para no mancharte porque una de las características de la empanada tucumana es que tiene mucho jugo.
Deja que se enfríen un poco porque te quemarás si pegas un mordisco ahora mismo. Recuerda que en ‘Las recetas de sor Lucía Caram’ también puedes encontrar platos –hay más de cuarenta- como el suflé de patata y queso, el potaje de garbanzos con bacalao, el arroz caldoso con costillas de cerdo, el guiso de patatas con calabaza y marisco, los huevos Croque Madame, las pochas con alcachofas confitadas y conejo, el pollo a la cacerola, el bacalao con miel o las gambas con gabardina de cerveza. Y, cómo no, postres. Bizcochaditas con chocolate, torrijas, flan de leche condensada o rosquillas.
¡Te dije que te ibas a quemar si mordías ya! Pero es normal que no hayas podido esperar... Que disfrutes del libro. Yo ya me estoy poniendo el delantal para preparar pan de nueces casero.