Investigadores españoles "reviven" proteínas de hace millones de años para superar enfermedades actuales
Un grupo de científicos logra reconstruir por primera vez la historia evolutiva de los sistemas CRISPR-Cas, desde ancestros de hace 2.600 millones de años hasta la actualidad.
Un estudio científico liderado por investigadores españoles ha reconstruido por primera vez proteínas que estaban presentes en bacterias que dejaron de existir hace millones de años, y que eran claves para que pudieran defenderse de virus hostiles.
La bacteria en cuestión podía incrustar en su propia información genética una parte de la secuencia del virus para tenerlo "fichado" por si en algún momento volvía a encontrárselo, tener el recuerdo de cómo había de defenderse de él.
Desde hace años los científicos tratan de buscar nuevas proteínas con las que mejorar las técnicas de edición genética actuales -técnica CRISPR, como la bautizó el investigador español Francis Mojic- para curar múltiples enfermedades corrigiendo el genoma de los pacientes.
Reconstrucción de la técnica CRISPR
Así, se ha reconstruido ancestros del conocido sistema CRISPR-Cas de hace 2.600 millones de años y se ha estudiado su evolución a lo largo del tiempo. La técnica CRISPR -unas "tijeras" capaces de cortar una secuencia genómica- se ideó en 2012 y permite hoy en día cortar y pegar trozos de material genético en cualquier célula, lo cual hace posible su utilización para editar el ADN.
Sin embargo, aunque se empieza a encontrar su aplicación clínica en seres humanos, es una técnica imperfecta que puede introducir errores. Por ello, las investigaciones actuales se centran en encontrar nuevas versiones de sistemas CRISPR-Cas con propiedades distintas como esta recién hallada.
Un "viaje en el tiempo"
Esta investigación destaca por su innovadora fórmula, pues consiste en un "viaje en el tiempo" para rencontrar nuevas versiones de sistemas CRISPR-Cas con propiedades distintas a las actuales.
El trabajo dirigido, entre otros, por Lluis Montoliú, investigador del Centro Nacional de Biotecnología en Madrid, y Raul Pérez-Jiménez, del Centro de Investigación NanoGUNE en San Sebastián, recrea cómo recibiría nuestro organismo hoy esas proteínas de hace millones de años y el resultado es que, son tan extrañas a nosotros, que es más fácil que el organismo, como no las tiene fichadas, no las rechace.
Revolucionario hallazgo para la edición genética
Los resultados, publicados en la revista científica 'Nature Microbiology', apuntan a que los sistemas revitalizados no solo funcionan, sino que son más versátiles que las versiones actuales y podrían tener aplicaciones revolucionarias. En opinión del equipo investigador, este estudio "abre nuevas vías para la edición genética".