Nuestros mayores aseguran sentirse abandonados por las Instituciones y discriminados por el despliegue de las nuevas tecnologías en su vida rutinaria. Denuncian que la conocida brecha digital se hace cada vez mas grande. Se sienten sobrepasados por la falta de atención presencial y aseguran que cualquier gestión telemática les supone chocar contra un muro. Hacen cola en la calle para poder sacar dinero en una entidad bancaria cercana a casa, asumen largas esperas al teléfono para coger cita en los ambulatorios, desisten de reclamar ante compañías de suministro eléctrico o telefonía porque les sobrepasa y por ejemplo, recuerdan como un atentico suplicio la pasada declaración de la renta.
Los mas avanzados manejan el móvil y algo el ordenador, pero en los centros de jubilados se ve mucha impotencia de quienes ya no ven bien las pantallas, o no tienen hijos a los que recurrir. por eso, piden a las Administraciones que les tenga en cuenta como un colectivo sin formación o capacidades para entender la tecnología y solicitan un servicio especifico de mayores que les ayude con sus trámites.