Paradójicamente, la sociedad vasca se muestra muy abierta a la diversidad sexual y de género, y se posiciona mayoritariamente abierta, tolerante e inclusiva. Así el 80% acepta el derecho de las personas LGTBI a formar familias con descendencia, ya sea mediante adopción u otras vías. También una mayoría, se muestra a favor a que Osakidetza cubra la reasignación de sexo.
Pero en contraste se han incrementado las cifras de incidentes de odio. No obstante, estos datos de apertura y aceptación formal mayoritaria hacia la diversidad sexual y de género contrastan con los datos de discriminación que la sociedad vasca cree que sufre el colectivo LGTBI. Tal y como recoge el estudio, más del 50% de la población vasca declara haber escuchado o presenciado comentarios negativos o rumores sobre alguien debido a su orientación sexual y/o identidad sexual o de género, así como burlas, bromas, chistes, imitaciones o gestos ofensivos. El 42,5% de la población declara asimismo haber escuchado insultos, como “maricón”, “bollera” o “travelo”; un 17,9% manifiesta haber tenido conocimiento de amenazas; un 13,5% de agresiones físicas y un 22% declara haber conocido situaciones en las que se ignora, no se deja participar o se aísla, por idénticas razones, a una persona o grupo.