Euskadi | 26.07.2023 10:27
En el 2022 Euskadi ha registrado un crecimiento natural negativo sin precedentes, que los saldos migratorios positivos no han sido capaces de compensar.
El CES vasco estima que a pesar de la incertidumbre la economía vasca creció un 4,4 % el año pasado. Con todo, muestra preocupación por la desaceleración registrada en la actividad industrial y de servicios, la pérdida de empleos en el sector industrial, la reducción del número de empresas y la pérdida de poder adquisitivo.
El CES registra un crecimiento del 3,1 % y mejora la calidad, con menor temporalidad. Con todo, el CES manifiesta la necesidad de prestar atención a la persistente incidencia del desempleo de larga duración, y a los colectivos que muestran mayores dificultades de inserción laboral.
Recuerda también que en 2022 ha vuelto a caer en un 6% el número de las personas titulares perceptoras de las prestaciones del sistema de garantía de ingresos, tanto la RGI como el complemento de renta salarial.
El Consejo Económico y Social Vasco ve necesario disponer de estructuras suficientes que garanticen una buena atención sanitaria, reforzar las estrategias de prevención, así como reducir las listas de espera. Por último, alerta sobre la necesidad de reducir la brecha digital que padecen ciertos colectivos en relación a la digitalización del sistema y abordar asuntos como la salud mental, la diabetes, el consumo de ansiolíticos y antidepresivos.