Conjuntivitis, hinchazón, fotosensibilidad, irritaciones e infecciones, son algunas de las dolencias que pueden afectar a nuestros ojos en cualquier época del año pero que en verano, pueden aumenta su riesgo debido a la intensidad de la radiación solar y los rayos ultravioleta (UV).
Juan Durán, director médico y oftalmólogo del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO) de Bilbao nos recomienda reducir el contacto con el aire acondicionado, el cloro, la arena, la sal y otros elementos que puedan provocar enrojecimiento e hinchazón ocular. Recomienda el uso de lágrimas artificiales para hidratar los ojos y el fotoprotector para el contorno de ojos, ya que se quema con facilidad.
El color de los cristales de las gafas de sol están indicados para una afección diferente: verdes para hipermétropes, amarillos para los que tienen problemas de retina y grises para los que padecen fotofobia.
Si usas lentillas, en verano es mejor usar lentillas desechables.
En el mar y de la piscina, siempre gafas de bucear para evitar conjuntivitis, hinchazón o irritación.
Evita frotarse los ojos al contacto con la arena o césped para no contaminarlos.