El desperdicio alimentario en los hogares navarros se redujo un 6,2% en el último año, aunque 36.525 toneladas de alimentos terminaron en la basura, según datos de la Oficina para la Prevención de Residuos y la Economía Circular (OPREC), coordinada por el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra.
Los datos se han conocido este miércoles en una jornada divulgativa del Banco de Alimentos de Navarra (BAN), celebrada en Pamplona y en la que han participado estudiantes de ESO y Bachiller para conocer mejor este problema.
La directora general de Medio Ambiente, Ana Bretaña, ha destacado la Agenda contra el Desperdicio Alimentario de Navarra 2022-2027 aprobada por el Gobierno de Navarra el año pasado, y ha incidido en que se trata de una "gran herramienta" para reducir este tipo de residuos. Bretaña ha explicado que "el desperdicio alimentario incide negativamente en el medio ambiente, tanto por el derroche de los litros de agua necesario para el cultivo de esos alimentos, como por los gases de efecto invernadero que produce su transporte".
Precisamente, la presidenta del BAN, Marisol Villar, ha cuantificado ese volumen, tanto de agua como de gases de efecto invernadero que el Banco de Alimentos ahorra con su labor en un año. Así, ha destacado que, además de atender a cerca de 9.000 familias en Navarra, el BAN ha evitado el desperdicio de 2.572 toneladas de alimentos, lo que equivale a evitar el despilfarro de 974 piscinas olímpicas o a la reducción de la huella de carbono que supondrían 32 viajes de avión entre Madrid y Nueva York.