Navarra puede estar, en lo que a cifras del coronavirus se refiere, no el momento del pico sino en un techo que se puede prolongar durante unas semanas. La falta de prudencia en junio y julio se está pagando ahora con unos números de contagios que nos hacen ir “a remolque”.
“En junio se perdió una oportunidad, no de oro sino de diamante, para controlar la pandemia”, son palabras de Francesc Pujol, experto en métricas y análisis de contenidos de la Universidad de Navarra.
Pujol cree que analizadas las cifras, aunque siempre con prudencia, podemos estar en el techo de esta segunda ola. No es un pico, sino más prolongado, una situación más estable pero de la que “no hay que fiarse”, y es que en agosto también Navarra se estabilizó en la incidencia de 300 casos por cada 100.000 habitantes, situación que ahora mismo se duplica.