Santiago se apaga
Las nuevas restricciones sanitarias dejan las calles vacías: sin peregrinos, sin turistas, sin universitarios, funcionarios teletrabajando y muchos negocios cerrados
El coronavirus se ha llevado cientos de vidas y el bullicio de ciudades como Santiago. Sin peregrinos ni turistas. Y sin universitarios y funcionarios. Los primeros no regresarán a las aulas hasta el 17 de febrero y los segundos ya han vuelto en muchos casos al teletrabajo. Con bares, cafeterías y restaurantes cerrados, apenas unos cuantos clientes hacen cola a primera hora de la mañana a las puertas de algún bar para llevarse un café. El comercio no esencial se apaga a las seis de la tarde. Y aunque algunos sí han reajustado horarios, muy pocos negocios en Santiago han optado por abrir al mediodía y hacer horario continuo. A partir de las seis la ciudad se apaga... y algunos negocios, lamentablemente, ya no volverán a encender la luz.
Según una encuesta realizada por la Fundación Santiago Centro, de continuar esta situación más allá de tres meses, cerrará el 45% del comercio de Santiago. Y es que cifran en más de un 50% la caída en la facturación. La situación es "crítica", advierten. No lo está pasando mejor la hostelería, que este viernes vuelve a salir a la calle para reclamar un plan de rescate con ayudas "reales, directas y sin letra pequeña". Y a todo esto se suma la suspensión de las procesiones en Semana Santa. Decisión que acaba de anunciar el Arzobispado de Santiago.