Prueba piloto de la Xunta

El sector del ocio nocturno agoniza en Pontevedra

La administración autonómica propone ensayar la reapertura de los establecimientos de ocio nocturno a partir del mes de mayo. Para los empresarios son medidas muy inciertas e insuficientes para recuperarse.

Redacción

Pontevedra | 21.04.2021 15:42

El tiempo pasa y no llega una certidumbre nítida para un sector como el del ocio nocturno. Desde el pasado mes de marzo de 2020, mes de la declaración del Estado de Alarma, los locales de ocio nocturno solo han podido (en el mejor de los casos) abrir mes y medio cumpliendo con unas estrictas medidas sanitarias. Este panorama ha minado el ánimo y la perspectiva de futuro para los empresarios de esta modalidad de la hostelería.

Este mes de abril, la Xunta de Galicia y el sector del ocio nocturno estudian la posibilidad de realizar pruebas piloto para comprobar la seguridad y las medidas de control del covid de cara a la reapertura de esta actividad cuando la situación epidemiológica así lo permita. Hoy, el conselleiro de Sanidade de la Xunta de Galicia, Julio García Comesaña, situaba el horizonte en el mes de junio, si todo va bien.

Este plazo de dos meses y la imposibilidad de poder abrir la verja del local, aunque sea a medio gas, llevan a los profesionales del sector del ocio nocturno a confesar que el pesimismo es cada vez mayor porque más de un año sin poder trabajar es cumulo de gastos y obligaciones, cada vez, más inasumible. Daniel Lorenzo, portavoz de este colectivo en Pontevedra y presidente de Hoempo, no duda en que muchos ya no podrán reabrir sus locales, este próximo verano, si la incidencia y el ritmo de vacunación así lo permite.

Lorenzo asegura que hay muchos empresarios de la noche que desisten en el planteamiento de volver y han bajado los brazos después de resistir hasta el máximo de sus posibilidades. Y quienes lo van a intentar recuperar la actividad, porque aún cuentan con margen, lo harán con mucho escepticismo.

El sector del ocio nocturno acusa directamente a las diferentes administraciones de haberles abandonado a su suerte y no articular un plan real y efectivo de rescate de esta clase de establecimientos vinculados a la hostelería.