El Ourense juega esta tarde (20.00 horas; estadio Pedro Escartín) la segunda final de Copa Federación de su historia. Seis años después de proclamarse campeón en Reus, el conjunto ourensano aspira a adornar su palmarés y a hacer caja porque se ponen 90.000 euros en juego. La controversia creada por las primas que negociaron en enero los capitanes y los directivos avivó la amenaza de un plante, pero a primera hora de la tarde la plantilla recuperó la potestad para repartir el dinero que se recaude en premios y, con 20 minutos de retraso, el autobús partió hacia Guadalajara.
Castilla-La Mancha es el punto final de un periplo que comenzó en Cangas y que salió de Galicia tras la victoria en la final autonómica del torneo sobre el Compostela. Laredo, Luanco, Alcalá de Guadaira y Balmaseda fueron las etapas previas de una Copa Federación que acaba en puerto de montaña. El conjunto alcarreño, quinto en el grupo cuarto de Segunda B, será el rival más poderoso al que se habrán enfrentado los de Luisito, por lo que el reto que se marcan es prolongar al máximo los 180 minutos de la eliminatoria.
El capítulo de bajas es amplio. No viajaron porque están sancionados tras la batalla de Balmaseda los centrocampistas Adrián Cruz y Adil y el delantero Javi Hernández. Las lesiones le impedirán jugar a dos de los capitanes, Yosu y Portela, por lo que el lateral Iago y el mediapunta Dani se suman en la convocatoria a los tres jugadores que empezaron la temporada en el filial y que ya están instalados en el primer equipo, el portero Aarón, el central Pablo Corzo y el extremo Rubén Arce.
Luisito dispone además de los centrales Capi, Moisés y Campillo para armar la defensa, a la que podría unirse de nuevo Álex Fernández como lateral siempre que el técnico no le elija para sostener la medular con Yebra. El plan de ataque incluirá a Iker Alegre, sancionado para Avilés, mientras que Noguerol, Gustavo Souto y Óscar Martínez también tratarán de inquietar a una de las mejores defensas de Segunda. El Guadalajara tiene con molestias físicas a Rida, Arroyo y Garrido, pero la única baja será Zazo. Su máximo goleador, el vallisoletano Quique, es la punta de lanza de una delantera de eficacia probada.