La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, y el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se han subido al tren de altas prestaciones que realizará el viaje de pruebas de la nueva línea de Alta Velocidad entre Plasencia y Badajoz. El viaje de pruebas ha salido desde Plasencia a las 9:40 de la mañana, donde también se encuentran los presidentes de Renfe y Adif, Isaías Táboas y María Luisa Domínguez, respectivamente.
De esta forma, Extremadura avanza hacia un servicio ferroviario más competitivo, con convoyes más modernos y trayectos más reducidos de tiempo. Según se estima, el tiempo de duración del viaje significará un ahorro de tres cuartos de hora con respecto a lo que se tarda ahora mismo en el recorrido Plasencia-Badajoz y viceversa, que ronda las tres horas.
Esta es una de las principales mejoras de la nueva plataforma ferroviaria, a la espera de conocer las futuras frecuencias y los horarios. Asimismo, en el trayecto hasta Madrid el ahorro será de 50 minutos y se tardará una media de cuatro horas.
A pesar delos avances en el tren rápido, no se trata de un tren Alta Velocidad (AVE), pues para ello es necesaria una determinada electrificación, prevista para el próximo año, y tampoco supone la ansiada conexión a través de un AVE entre Badajoz y Madrid.
A falta de esta electrificación, y aunque las vías de esta línea están preparadas para atender la alta velocidad (AVE), los trenes que darán servicio al recorrido Badajoz-Plasencia y su conexión hacia Madrid son modelo Alvia S-730, híbridos y con tecnología de tracción tanto diésel como eléctrica que les permite extender las ventajas de la alta velocidad a tramos sin electrificar.
En concreto, Talgo, por encargo de Renfe, ha remodelado 14 trenes de esta serie 730, con una inversión superior a los 11 millones de euros.