Comienzan las comparecencias en la Asamblea por la ley de las Zonas ZEPA
Esta mañana comparecerán representantes de Ecologistas en Acción, ADENEX, Colegio Oficial de Biólogos de Extremadura, FEMPEX, o las organizaciones agrarias APAG Extremadura ASAJA y La Unión entre otros.
Hoy, a partir de las nueve de la mañana, arrancarán en La Comisión de Transición Ecológica de la Asamblea de Extremadura, las comparecencias, dentro del periodo informativo de la Propuesta de Ley por la que se declaran, de forma expresa, zonas de especial protección para las aves, cincuenta y cinco territorios de la Comunidad Autónoma de Extremadura.
Esta mañana comparecerán representantes de Ecologistas en Acción, ADENEX, Colegio Oficial de Biólogos de Extremadura, FEMPEX, o las organizaciones agrarias APAG Extremadura ASAJA y La Unión entre otros.
Ley que desató la polémica en el último pleno celebrado en la Asamblea Regional y que de facto, reconoce que 55 zonas ZEPA, que se supone que estaban en vigor desde la declaración de la Red Natura 2000, hace 25 años, no han sido oficialmente legales en ningún momento. En el fondo, el objetivo de esta iniciativa, es dar un balón de oxígeno a la urbanización Isla de Valdecañas, pendiente de un último recurso ante el Constitucional para evitar su derribo total. Se pretende, legalizar las construcciones y dar seguridad jurídica a un complejo que en el momento en el que recibió sus primeras denuncias por parte de los ecologistas, realmente no se situaba en una zona protegida.
Tanto PP, como Ciudadanos reafirman su apoyo total y absoluto al mantenimiento de Valdecañas, pero aseveran que esta iniciativa para “salvar” el complejo es una chapuza jurídica inasumible, que una vez se apruebe en la cámara regional tendrá que afrontar ingentes recursos judiciales y denuncias por parte de todos los afectados que han sido sancionados durante los últimos 25 años basándose en una figura que no existía. Mientras, desde Unidas por Extremadura, pero con una argumentación distinta: Exigen a la Junta que cumplan con el derribo del complejo, que no continúen con una huida hacia delante, y menos con una barbaridad jurídica que tan sólo quiere salvaguardar los intereses particulares de los propietarios de Valdecañas.