Las organizaciones que representan a las poblaciones ucraniana y rusa estiman que son más de 20.000 residentes de esta nacionalidad en la comarca de la Vega Baja, al sur de la provincia de Alicante. Oficialmente, sólo hay 13.000 registrados. Una de estos organismos de habla rusa es Mir Odin. Peter Andrushevich, representante de la misma, explica la situación de sus compatriotas rusos ante la guerra que se libra en Ucrania y muestra su preocupación por la reacción de los niños y niñas ante los escolares rusos como consecuencia "de lo que oyen a los mayores".
Peter Andrushevich lleva más de 20 años viviendo en España. Desde la Vega Baja pide a ucranianos y españoles que no criminalicen a todos los rusos por lo que está haciendo Vladimir Putin y declara que sus compatriotas residentes en España están, mayoritariamente, en contra de la guerra. "Preocupa que la resaca de esta guerra que ha estallado a cuatro mil kilómetros no salpique a las aulas y a los niños; sin querer, por oír a los adultos, se pueden meter con los niños rusos", lamenta.
Andrushevich solicita, especialmente, que dejen a los niños al margen de un conflicto que ni siquiera conocen, y lamenta que en los últimos días, tras la invasión de Ucrania por el ejercito ruso, se ha deteriorado la tradicional buena relación de las comunidades rusa y ucraniana en España. "Pido a los padres que distingan a la persona rusa-parlante del gobierno de Putin, en este conflicto bélico que nada tiene que ver con una persona que sea camarera rusa, bielorrusa o ucraniana. Hay niños que nacieron aquí a los que no les debe salpicar este conflicto. Los rusos que estamos en España poco podemos hacer por evitar lo que pasa en nuestro país", asegura.
Además calcula que las sanciones impuestas a Rusia pueden afectarles gravemente. Muchos rusos no podrán viajar a España y otros no podrán mantener sus propiedades. Por lo que el vocal de la asociación de habla rusa Mir Odin avanza que de seguir el conflicto y las restricciones, los que muy pronto van a necesitar ayuda serán los rusos asfixiados por los embargos económicos.