El Valencia, que no pasó del empate ante el Villarreal y que es ahora mismo vigésimo, con un sólo punto tras las primeras cuatro jornadas, suma tres jornadas seguidas como colista de la Primera División, una circunstancia que vive por segunda vez en su historia, tras las ocho que encadenó en la temporada 1982-83.
El club de Mestalla sólo fue colista durante más de dos jornadas consecutivas en el curso 1982-83, de la jornada 16 a la 23, antes de salvarse de manera agónica en la última jornada. En la 2016-17, el Valencia encadenó cuatro derrotas seguidas, pero los goles a favor evitaron que encadenara dos jornadas seguidas como último.
No obstante, no es un buen augurio para el Valencia repetir la situación de la 1982-83, temporada en la que el Valencia se salvo de milagro, ya que tuvo que ganar en la última jornada al Real Madrid, que se jugaba ganar la Liga, mientras tenía que esperar que perdiera en casa ante el Athletic de Bilbao, que el Racing de Santander cayera en Madrid ante el Atlético y que el Celta saliera derrotado de Valladolid, además de que el Osasuna-Barcelona finalizara con triunfo de uno de los dos contendientes, carambola que finalmente se dio.
Sin embargo, ahora mismo, el equipo de Rubén Baraja sólo ha podido sumar un punto en sus primeros cuatro jornadas, el logrado este sábado ante el Villarreal, tras perder ante el Barça en Mestalla, el Celta de Vigo en Balaídos y el Athletic Club en San Mamés.
De hecho, es una de las únicas cinco ocasiones de la historia del club en que el Valencia empezó con derrota en sus primeros tres partidos ligueros, lo que supone uno de los peores inicios del equipo en Primera.
El Valencia, no obstante, evitó encadenar, tras su empate ante el Villarreal, una cuarta derrota consecutiva de inicio, una situación que había ocurrido en tres ocasiones, la 1997-98, la 1999-00 y la campaña 2016-17, aunque a la postre en ninguna de ellas terminó sufriendo en exceso para salvarse.