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Las playas del sur de València perdieron 127 hectáreas de arena en 30 años debido sobre todo a la expansión del puerto

Un estudio de la Universitat de València constata la regresión de las costas empleando por primera vez en playas una metodología creada para analizar cambios en las dunas del desierto

Nacho Reig

València |

Vista aérea del puerto de València | Europa Press

Una investigación de la Universitat de València (UV) ha constatado que las playas del sur de la ciudad perdieron el 70% de su superficie en los últimos 30 años. Para el cálculo se han empleado imágenes por satélite que hasta ahora se habían utilizado para conocer el volumen de arena de los desiertos, y que aquí se ha aplicado por primera vez a playas.

De acuerdo con esta investigación del Institut Cavanilles de la UV, la superficie de las playas de Pinedo, El Saler y La Garrofera pasó de sumar 170 hectáreas de arena en la década de los años 90 del siglo pasado, a apenas 43 en 2022. Actualmente, tras las obras de regeneración llevadas a cabo en la zona hace unos meses en las que el Gobierno de España ha invertido 28 millones de euros, se ha podido revertirse en gran parte la situación y la arena de las tres playas ocupa 113 hectáreas.

Relación directa con la ampliación del puerto

La investigación de la Universitat de València constata que la mayor regresión se produjo tras la ampliación del puerto entre los años 2010 y 2012. En este sentido, el estudio muestra una relación directa entre la expansión del recinto portuario con la creación de La Marina y la preparación para las pruebas de la America’s Cup y la reducción de superficie de las playas.

Por la dinámica de las corrientes marinas (norte-sur) en esta parte del Mediterráneo, las playas situadas al norte de las grandes infraestructuras crecen, mientras que las del sur pierden arena. El área de estudio incluye los aproximadamente 8 kilómetros que hay desde la actual desembocadura del río Turia, al sur del puerto de València, hasta la Gola del Puchol de La Albufera.

Las imágenes de satélite empleadas en esta investigación constatan cómo las labores de mantenimiento y mejora de los años 2004-2010 fruto de proyectos LIFE de la Unión Europea consiguieron mantener artificialmente las tres playas “hasta que la nueva ampliación del puerto desperdició este esfuerzo”, según explica Juan M. Soria, profesor del Departamento de Microbiología y Ecología de la Universitat de València.

Las imágenes muestran también que desde 2013 hasta 2022, como consecuencia del efecto de la ampliación del puerto y la reducción de las actividades de rehabilitación en el área, se produjo una reducción de aproximadamente 90 hectáreas de arena. Por el contrario, las acciones de restauración de finales de 2023 han permitido aumentar la superficie hasta las 113 hectáreas. Las fotografías satelitales también permiten comprobar que, en el extremo sur de la zona restaurada, en la Gola del Puchol, la construcción del dique norte ha facilitado el asentamiento de arena a ambos lados.