Sin noticias sobre el traslado de la subestación de Patraix 15 años después de la explosión
El próximo domingo se cumplen tres lustros del incidente que suscitó la unanimidad social y política sobre la necesidad de trasladar la instalación
València | 09.05.2022 10:02
Esta semana –el próximo domingo- se cumplen quince años desde que se registró la explosión en la subestación eléctrica del barrio de Patraix, en València, y después de estos tres lustros sigue sin haber noticias sobre su traslado. El 15 de mayo de 2007 la instalación sufrió una explosión que no provocó heridos pero sí aumentó el miedo de los vecinos que más próximos a la misma, que ya llevaban años reclamando su cierre y traslado. El incidente también consiguió que todos los partidos políticos de la ciudad asumieran el compromiso de propiciar el desmantelamiento de la subestación.
Tras la explosión el Ayuntamiento de València mantuvo la instalación precintada durante un año y medio. Además, en 2009 un juzgado anuló la licencia funcionamiento al considerarla una actividad peligrosa, y el consistorio la declaró fuera de ordenación. Pero a pesar de todo ello y del rechazo constante de los vecinos, la polémica subestación de Patraix sigue funcionando con normalidad.
Preguntado sobre este asunto por Onda Cero, el alcalde Joan Ribó se ha limitado a reclamar el traslado a la propietaria de la instalación, que es la compañía eléctrica Iberdrola:
Pendientes de la subestación de Nuevo Cauce
El último movimiento de cara a su traslado se produjo en junio de 2018, cuando el Ministerio de Industria volvió a incluir la subestación eléctrica de Nuevo Cauce en su planificación de inversiones. Esta instalación, prevista en unos terrenos situados junto al Cementerio General, es la que debe permitir el cierre y traslado de la de Patraix.
Hace cuatro años el gobierno local se mostró dispuesto a permitir que esta futura subestación no se construya totalmente soterrada, a pesar de que el Ayuntamiento aprobó en pleno en 2008 una moción para advertir de que a partir de entonces no daría licencia a ninguna instalación de este tipo que no estuviera bajo tierra. La intención de este cambio de postura era dar más facilidades para el traslado. Pero, a pesar de que en su día se dijo que esta nueva subestación es clave para garantizar el suministro eléctrico a València, de momento todo sigue igual.