Hoy venía pensando en... las bodas de plata de uno de los días más felices para los valencianistas

Hoy venia pensando en… las bodas de plata de uno de los días más felices para los valencianistas.

Era un 26 de junio de 1999, sábado. El calor asfixiante de Sevilla recibía a miles y miles de valencianistas. La capital hispalense se volvía de color naranja al paso de todos esos aficionados ilusionados en, por fin, ver a su equipo ganar un título. Sonaba la canción del “probe Miguel”. Atrás quedaban casi treinta años, con un descenso de categoría y una final de copa con diluvio universal por en medio , sin ver al Valencia levantar un trofeo. Toda una generación de valencianistas que no sabían lo que era disfrutar de un momento así.

Pero aquel 26 de junio del último año del siglo XX la historia cambió. Ranieri y sus muchachos nos brindaron uno de los días más felices de la historia del valencianismo. Mendieta, en la Cartuja, hacía un gol imposible y el Piojo ponía la puntilla al Atleti. El Valencia era campeón de Copa muchos años después. Pocos podían imaginar que aquello solo sería el principio de la era más gloriosa del Valencia rubricada con dos finales de champions, dos ligas, una UEFA y una Supercopa de Europa. Contigo Sevilla, Ranieri y la Cartuja empezó todo.

25 años han pasado. Las bodas de plata de uno de mis mejores momentos como valencianista y como profesional de la radio. Apenas dormí esa noche. Me acordé mucho de mi padre que 3 años antes se había ido al cielo. El era el culpable de que yo experimentara todos esos sentimientos. El único dolor que sentí fue el de no poder tenerlo a mi lado para vivirlo con él. Como viví aquella en la que casi salimos nadando del Bernabéu por las calles de Madrid. Luego vino todo lo demás. Hasta que se nos paró el reloj con la llegada de Lim. Cuánto echo de menos aquel Valencia, aquella canción del Probe Miguel y poder vivir momentos como ese. Ojalá, cuando Lim sea solo una pesadilla pasada, podamos revivirlos…