Hoy con Léleman venía pensando en... Jaume Ortí

Hoy con Leleman venia pensando… en Jaume Orti. Porque ayer recordando los 20 años de aquella Liga de 2002 no podía quitármelo de la cabeza.

¡Qué presidente y qué gente tan buena en lo personal! Él con su humildad consiguió que aquella Liga se le conozca con el paso de los años como “la Liga del abanico” y la posterior, la de 2004, como “la liga de la peluca”. Dos gestos suyos, sacar aquel enorme abanico en Málaga y ponerse aquella peluca naranja en La Romareda que los aficionados hicieron suyos inmediatamente.

Y venía pensando en cómo se echa de menos un presidente como él en el Valencia. Todo lo contrario al actual. La humildad de Jaume contra la soberbia de Anil, la sencillez de Jaume frente a la chulería de Anil, la amabilidad y dotes de apaciguador de Jaume ante el espíritu provocador de Anil. Y todo con un Valencia campeón de Liga que llegó a convertirse en el mejor equipo del mundo en sus años de presidencia. Otros sin haber ganado nada se creen los dueños del mundo. Jaume era todo lo contrario.

Porque pudiendo haberse pavoneado de ser el presidente de un equipo campeón eligió enfrentarse a quien tuviera que hacerlo para defender a su Valencia. Mientras unos cierran las redes sociales del club para no recibir críticas, el otro, el bueno de Jaume decía aquello de “dejadme hablar y luego me pitáis” ante miles de valencianistas en Mestalla. Mientras uno se ganó el respeto, el cariño y gratitud eterna de los valencianistas el otro se ha ganado a pulso el desprecio de su propia afición.

Así que estos días me hubiera gustado venir pensando en el futuro pero prefiero pensar en el pasado creyendo que algún día toda esta pesadilla pasará y volvamos a tener un Jaume Orti de presidente. Volver a ser lo que fuimos. ¡Cuánto te echo de menos presi!