El mes de julio que acaba de terminar ha sido el segundo más cálido desde al menos 1950, solo por detrás de 2015, con dos grados por encima de lo normal, mientras que en los litorales de Castelló, Valencia y norte de Alicante no hay precedentes de un mes con tantas noches tórridas, incluyendo también agosto, según Aemet.
El carácter muy cálido del mes, incluso más que el pasado año, es debido sobre todo a las temperaturas mínimas ya que las noches de julio han tenido una anomalía de 2,2ºC frente al 1,6ºC que ha sido la anomalía de las máximas durante el día.
En concreto, los observatorios de València registraron 18 noches tórridas --mínima mayor o igual a 25ºC-- este mes de julio; Miramar, 15; y el Aeropuerto de València, 12.
Por otra parte, pluviométricamente el mes se califica como "muy húmedo" ya que "la precipitación acumulada ha sido de 15,8 l/m2, que es un 30% superior al promedio climático normal". No obstante, Aemet aclara que julio suele ser el mes más seco y tanto los déficits como los superávits de precipitación que se puedan registrar tienen "muy poco peso en el balance anual".
Además, julio es tan seco que, a poco que llueva, el mes resulta húmedo como ha ocurrido en 2023. En ese sentido, recuerda que a principio de mes hubo importantes tormentas, como la del día 3, que dejó una espectacular granizada en València y área metropolitana.