Hoy venía pensando en... el miedo a ver al Valencia CF

Hoy venía pensando en que es día de partido y antes nos levantábamos con la ilusión de ver al Valencia. Ahora esa ilusión se ha transformado en miedo, pánico.

Miedo a ver un espectáculo como el del sábado ante el Huesca. Pánico a que nuestro Valencia siga sumido en la más absoluta mediocridad. Y terror a que un equipo bien armado y reforzado como la Real le pase como una apisonadora al que no hace mucho se erigió como campeón de Copa.

Y es que con ese temor afrontan ahora los valencianistas cada partido de los de Mestalla. Se ha perdido la ilusión de días como el de hoy. Esta mañana cuando me he levantado y he ido a la nevera a por la leche casi me ha caído una lágrima. Os voy a contar el porqué.

Porque cogí la costumbre hace un año de coleccionar imanes. En cada viaje por Europa en el que acompañaba, gracias a Ondacero, al Valencia compraba uno para colocarlo en mi frigorífico. Londres, Turín, Lille, Manchester, Krasnodar, Glasgow, Milán y hasta Sevilla. Muchos kilómetros recorridos disfrutando de mi profesión, de la radio y de mi Valencia.

Y casi me cae una lágrima porque me ha entrado una pena enorme de ver cómo ha cambiado todo en apenas un año. Ya no hay imanes, viajes, partidos europeos ni ilusión. Se la han cepillado de un plumazo las absurdas decisiones tomadas por un caprichoso propietario al que solo le importa su negocio y no tiene ningún sentimiento por el Valencia como el que tenemos nosotros.

Y pensaba… pasará tiempo hasta que pueda ir aumentando esta colección. O, con Lim de propietario, quizá no pueda hacerlo nunca más…