El 24 Desfile de perros en busca de un hogar de A.U.P.A. y Fundación Bioparc se celebrará este domingo 19 de mayo
Pepa Crespo nos informa sobre el desfile y nos habla de Natalia, la chimpancé que se niega a separarse de su cría fallecida.
24 Desfile de perros en busca de un hogar
El abandono de animales es una lacra que no cesa y que incluso se ha incrementado según la Fundación Affinity. Los datos recogidos en su último estudio “Él nunca lo haría” son terribles,con 288.000 animales recogidos por las protectoras en un año (789 al día), de los que 170.000 son perros. Y la realidad es todavía peor, pues realmente desconocemos la cifra de animales abandonados o perdidos que no han tenido la “fortuna” de ser rescatados por estas asociaciones.
Ante esta situación, la Fundación BIOPARC y la protectora Adopta Un Perro Abandonado (A.U.P.A.) se unen, todavía con más fuerza, para organizar un evento que se ha convertido en una cita imprescindible antes del verano, el Desfile de perros en busca de un hogar. El domingo 19 de mayo a las 11h., la plaza de acceso de BIOPARC Valencia recibirá la excepcional visita de cerca de 30 perros con un deseo común, encontrar una familia. Entre ellos Trufa, el protagonista del cartel de este año, un alegre macho de 2 años. También casos típicos de camadas indeseadas, como son la hembra Mónica y sus tres preciosos cachorros Morena, Robin y Raven, de tan solo 7 meses. Imponentes seniors de 9 años como Eros y Turco o la pequeñita Dolly que a sus 10 años ha sido cruelmente abandonada, sueñan con disfrutar sus próximos años del calor de un hogar.
Según el mismo informe, tan solo el 26% de los perros recogidos estaban identificados, en este sentido es fundamental cumplir las normas e incluir el microchip para conseguir recuperar un animal perdido. Tal vez fuera lo que le ocurrió al llamativo Pirata de 6 meses, recientemente rescatado, al dulce Bizcocho de 6 años o a Gaspar, un enorme podenco de 2 años que llegó a la protectora gravemente herido y ya recuperado es el más alegre y mimoso. Igualmente es necesario animar a la sociedad a denunciar el maltrato y promover la adopción entre las personas que deseen compartir su vida con un animal.
Cuando se va a cumplir la edición número 24 de este evento solidario, cabe destacar el espíritu de “amor por los animales” que se respira en los Desfiles de A.U.P.A. y Fundación BIOPARC. Al celebrarse en un espacio abierto, es una magnífica oportunidad para acercarse a conocer el mundo de las protectoras y romper muchos de los estigmas y prejuicios que acompañan a los animales que, con todo el cariño, cuidan y protegen con el objetivo de encontrarles un hogar definitivo. Especialmente satisfactorio es comprobar que, año tras año, hay más personas interesadas que acuden sabedoras del ambiente festivo y familiar y que llegan con toda la ilusión de descubrir ese maravilloso animal que les robará el corazón. Como siempre, se hace un llamamiento a la responsabilidad. Adoptar un perro debe ser una decisión muy meditada, sabiendo las obligaciones que conlleva, el tiempo y el gasto. Y, lo más importante, siendo completamente conscientes de que es un ser vivo del que tendremos que hacernos cargo durante toda su vida. Al mismo tiempo, estos Desfiles son un lugar donde las personas que ya han adoptado cuentan sus vivencias y transmiten la pasión y felicidad que les aporta compartir sus vidas con estos extraordinarios animales.
Natalia, la chimpancé que perdió a su cría
La cría de Natalia falleció en febrero con dos semanas de vida. Pese a que los datos revelan una elevada mortandad en crías de chimpancés de tan corta edad, se trata de un hecho desolador. Se trata de una especie donde los vínculos sociales y la cohesión del grupo son fundamentales, por lo que todos los miembros se ven afectados por estos tristes acontecimientos. Necesitan un periodo de “duelo” y poco a poco asumen la realidad y la pérdida, aunque la madre puede todavía precisar un tiempo para, incluso, desprenderse del inerte cuerpo.
Cabe insistir en que los animales que albergan centros como BIOPARC no son mascotas ni están domesticados. El objetivo es la preservación de la especie aportándoles el máximo bienestar y, al mismo tiempo, favoreciendo su comportamiento e instinto natural. En este sentido, es necesario asumir la parte más trágica por muy desgarradora que sea para las personas. Ahora los esfuerzos se centran en aportar la mayor tranquilidad posible al grupo, con la certeza de que ya han superado situaciones similares. Y también la ilusión de ver crecer a los pequeños sabiendo que representan esperanza para la supervivencia de su especie.