El president, Ximo Puig, se ha comprometido con los dirigentes de ASCER y ANFFECC reformular las ayudas directas previstas en el presupuesto de la institución por importe de 60 millones de euros. Con esta decisión, el sector recibirá 50 millones en financiación y otros 50 millones en ayudas directas que se publicarán durante los próximos días. Habrá una parte de préstamo a un interés por debajo de mercado y otra ayuda no reembolsable del 5%.
Además el Consell creará una comisión de seguimiento que revise cómo se están implementando las ayudas y cómo están llegando los créditos a las empresas.
Puig ha reconocido que esta no es la solución definitiva para el sector y ha anunciado que seguirá reivindicando ante el gobierno de España la excepción de la industria azulejera. Recordamos que las ayudas del gobierno obligan a las empresas receptoras de las ayudas a cumplir con los 60 días de pago a proveedores y a reinvertir parte de la ayuda recibida en energías renovables.
Por otra parte, el Consell asumirá parte de los intereses a abonar estableciendo, con independencia de las variaciones al alza que se produzcan en el Euribor, un tipo de interés fijo del 3%, casi 3 puntos menos que el tipo de interés fijado en las operaciones de financiación actuales de mercado y que el fijado inicialmente para las grandes empresas cerámicas.
Por su parte, el presidente de ASCER, ha agradecido el esfuerzo de la Generalitat, por tratar de encontrar una solución para el sector y por la reivindicación ante el Gobierno de España. Vicente Nomdedéu ha advertido que los empresarios españoles no están compitiendo en igualdad de condiciones que sus competidores que sí reciben ayudas directas de sus gobiernos desde que se inició la crisis energética. El presidente de ASCER ha recordado que de una crisis se puede salir "herido o muerto".