El accidentado camino que separaba el mirador del faro de Santa Pola y el aparcamiento, en las inmediaciones del mismo, es cosa del pasado porque la obra para la pasarela entre ambos ha sido completada. La obra ha tenido un coste de 48.295 euros. Los 225 metros de paso servirán para facilitar la llegada a personas con movilidad reducida.
La acción ha consistido en dos fases. En la primera fase se instaló una pasarela de 200 metros hecha con madera plástica, un material reciclado a partir de residuos plásticos. En esta última, se ha completado el último tramo de unos 25 metros sobre el terreno pedregoso que dificultaba el desplazamiento del público general y, sobre todo, a personas con diversidad funcional o dificultades para desplazarse.
Ángel Piedecausa, concejal de Medio Ambiente, ha anunciado que han “completado la accesibilidad total del mirador del faro de Santa Pola para personas con movilidad reducida”, una de las sugerencias que habían “recibido por parte de los usuarios”
La actuación culmina el proyecto de acceso conecta la zona de aparcamiento junto al faro con el icónico mirador suspendido con vistas panorámicas al Mediterráneo y la isla de Tabarca: un acceso que, desde el consistorio, afirman que “ recibe miles de visitas por su ubicación privilegiada y por ser un impresionante balcón al mar".