El Grupo de Química Inorgánica Medioambiental y Materiales Cerámicos de la Universitat Jaume I de Castelló ha desarrollado un proyecto de investigación de pigmentos refrescantes y fotocatalíticos que sirven para reducir la temperatura de los edificios y también para absorber parte de la contaminación ambiental. Las pruebas han demostrado que estos pigmentos son capaces de reducir en cerca de un 20 por ciento la contaminación del aire, especialmente de óxidos de nitrógeno, los compuestos orgánicos volátiles o el monóxido de carbono.