EDUCACIÓN

Trabajadoras sociales de Castelló alertan sobre la falta de recursos en el ámbito educativo

En la actualidad hay cinco trabajadoras sociales para todos los colegios e institutos castellonenses, lo que arroja una ratio de una profesional para 40 centros “que se debe mejorar para lograr una intervención continuada y más eficaz con alumnado y familias”

Onda Cero Castellón

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Trabajadoras sociales de Castelló | Col·legi Oficial de Treball Social de Castelló

Con motivo del Día Internacional de la Educación, el Col·legi Oficial de Treball Social de Castelló ha destacado la importancia del Trabajo Social en el ámbito educativo. Su labor, centrada en la detección de problemáticas, la prevención, la sensibilización, la intervención sociofamiliar y la coordinación con otros servicios, es fundamental para avanzar hacia una educación inclusiva que responda a las realidades sociales y familiares del alumnado.

Una profesional por cada 40 escuelas

Actualmente, la provincia de Castelló cuenta con solo cinco trabajadoras sociales para más de 200 centros públicos, lo que supone una ratio de una profesional por cada 40 centros escolares. Maider Macareno, Marisa Saavedra y María Alcalá, trabajadoras sociales de las Unidades de Orientación Educativa, insisten en la necesidad de reforzar estos recursos. “Superar esta ratio es clave para garantizar intervenciones continuadas y eficaces en los centros y con las familias”, subrayan.

Todos los centros tienen asignada una trabajadora social a la que pueden activar, “pero cada una de nosotras acudimos a dos centros normalmente de forma sistemática. Esto significa, teniendo en cuenta las circunstancias actuales, que sólo ocho centros de toda la provincia cuentan con atención sistemática/continua de un día a la semana”, indican.

Defender una educación pública y de calidad

Asimismo, alertan sobre los riesgos de privatizar el sistema educativo y defienden la educación pública como base de una sociedad justa y democrática. “Sin una educación pública y de calidad no hay democracia ni justicia social”, afirman.

Las trabajadoras sociales advierten de las “concepciones privatizadoras y de negocio en este y otros ámbitos, que ponen en peligro el acceso a derechos y la misma cohesión social; porque si la educación, como derecho, se convierte en un privilegio sólo al alcance de quienes tienen más recursos, tendremos un sistema educativo segregador y que perpetuará las desigualdades”.

El Trabajo Social y la Educación comparten valores como la dignidad, la libertad y la igualdad, y su colaboración resulta esencial para abordar las complejidades del contexto sociofamiliar que impactan en el proceso educativo.